Los que tienen deseos profundos tienen un entendimiento superficial, y aquellos que valoran lo exterior, lo interior necesariamente será torpe. Una persona verdaderamente sabia debe desapegarse de los deseos materiales, ser hábil en el pensamiento y permitir que su corazón se aclare, para poder ver la esencia a través de las apariencias. Sin embargo, la situación de las personas modernas, cegadas por los deseos materiales, es muy grave; han ido perdiendo gradualmente la espiritualidad y la sabiduría en sus vidas, perdiendo así las bellas oportunidades y bendiciones de la vida. La manifestación más evidente es que las personas modernas no pueden estar quietas. Cuando tienen tiempo libre, o bien están comiendo algo, o bien tienen un teléfono en la mano. Al alejarse del entretenimiento sensorial, se sienten vacíos y no saben qué hacer.
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Los que tienen deseos profundos tienen un entendimiento superficial, y aquellos que valoran lo exterior, lo interior necesariamente será torpe. Una persona verdaderamente sabia debe desapegarse de los deseos materiales, ser hábil en el pensamiento y permitir que su corazón se aclare, para poder ver la esencia a través de las apariencias. Sin embargo, la situación de las personas modernas, cegadas por los deseos materiales, es muy grave; han ido perdiendo gradualmente la espiritualidad y la sabiduría en sus vidas, perdiendo así las bellas oportunidades y bendiciones de la vida. La manifestación más evidente es que las personas modernas no pueden estar quietas. Cuando tienen tiempo libre, o bien están comiendo algo, o bien tienen un teléfono en la mano. Al alejarse del entretenimiento sensorial, se sienten vacíos y no saben qué hacer.